Archivo de la categoría: Ser mamá en Barquisimeto

Domingo libre de mall

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Es posible una alternativa distinta a los centros comerciales para pasar un domingo diferente. Hace un par de semanas planificamos un paseo familiar al Parque Baradida, zoológico de Barquisimeto, y uno de los pocos rincones verdes (más o menos bien mantenido) que aun se puede visitar en la ciudad. Aunque Santiago poco recuerde que  vio a un elefante anciano, una jirafa cansada y un león hambriento, disfrutó bastante el picnic en el que compartimos platos diversos de mezclas para sándwich, mientras que acostado en la grama pudo observar las copas de los árboles y el cielo despejado mientras variaba su menú de un tetero de leche a una compota natural al mismo tiempo que jugaba con sus primos. El aire libre es gasolina para cualquier familia, en plena sencillez de un pedazo de grama, una esterilla para descansar, ofrendas de comida e historias sencillas aderezadas por un bebé que retoza descubriendo el disfrute del aire libre.

Crece el grupo de Cofradía Mamá

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grupo.jpgEl círculo de mamás barquisimetana, finalmente ha crecido. Hasta hace dos semanas, éramos solo dos mamás consecuentes: Bryshila y yo, quienes una semana en la casa de una y luego en la de la otra, nos reuníamos para compartir las experiencias de los bebés en pleno crecimiento acelerado. La semana pasada se unió Mariana al grupo y este jueves nos sorprendieron dos mamás más: Ninfa y Maritza. Al final éramos 5 mamás y un papá que se coleó a última hora y que nos tomó la foto para inmortalizar el éxito en la convocatoria. Por supuesto, todas estábamos al punto de tartamudeo de tanto que contar, pero hubo tiempo de tocar algunos temas y de intercambiar correos electrónicos para seguir la cháchara.

Los bebés también lo pasaron muy bien. George David, un pelón precioso de inmensos ojos azules, durmió como nunca según dijo su madre. Fabiana, se lució con sus ojos achinados, siempre atenta como toda una señorita. Ninfa Paola, la más grande el grupo con apenas 6 meses y medio, se sentó en una silla, se comió una galleta y hasta intentó gatear un rato, haciendo gala de su condición de mujer avanzada con respecto a los niños. Fabio, con sus cabellos rubios e inmensos ojos claros, descansó un rato en suelo, observando todo y jugando con su chupón en vez de chuparlo. Santiago esta vez durmió bastante y se le adelantó el hambre, por lo que al final lloró y ni siquiera quiso que Ninfa le tocara la carita como lo había hecho antes.

Nunca puede faltar el tema de ¿Cuál es tu pediatra?, y de cómo los evaluamos. En este grupo, los hay para todos los gustos. También hablamos de la cantidad de leche que toma cada uno, nos asombramos al saber que Ninfa, la mayor del grupo, toma solo 5 onzas. Su mamá dice que no le gusta mucho la leche. El tema de las gripes y alergias también surgió, como el de los malestares post vacunación. El tópico de las compras también estuvo presente (no olviden somos mujeres) y quedamos en evaluar la posibilidad de hacer un pedido grupal por internet, para comprar, de acuerdo con la recomendación de Ninfa, un juguete que se ve de lo más entretenido, donde el bebé se sienta, rebota y tiene muchos juguetes alrededor (ExerSaucer de Evenflo). Fue una reunión muy productiva.

Todas quedamos con ganas de más. Estas reuniones son relajantes, catárticas, divertidas, didácticas… Qué más puede resultar de muchas mujeres reunidas, con experiencias nuevas que contar, con datos que investigar y compartir, y con mucha necesidad de información… Seguiremos reuniéndonos y contando. 

Nuevos círculos

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Cuando uno crece los círculos sociales van desapareciendo. El colegio, la universidad, las fiestas, los nuevos trabajos, son fuentes comunes y corrientes de amistades, novios, amantes… En mi caso, durante los 16 años que viví en Caracas, cultivé muchas amistades, muchas de ellas pasaron y otras se instalaron para siempre, por eso, uno de  mis mayores miedos de mudarme a Barquisimeto, fue iniciar de cero mi círculo de amistades. Gerardo no es de aquí, y yo aunque guara, me perdí por tantos años, que solo me quedó el contacto con mi familia. Solo tengo una amiga aquí, compañera de colegio y luego de universidad, pero el resto se esfumó y perdimos el contacto.

¿Cómo conocer gente e iniciar amistades? No es un camino sencillo, porque ya nos sobran como antes las oportunidades de socializar. Hay que empezar de cero, como con los novios: vestirse, hacer citas, buscar temas comunes para iniciar la conversación, vencer la timidez de lo desconocido y trabajar duro para mantener el contacto. Todo el que se ha mudado a otra ciudad o a otro país sabe de lo que hablo, igualmente las solteras o divorciadas, ya no caen del cielo los compañeros de camino, hay que cazarlos. La casualidad ingenua se fue con los años mozos.

En mi caso, el curso prenatal ayudó bastante, sobretodo al reencontrarnos (ya las mamás sin maridos, porque ahora les toca trabajar) en el taller de estimulación temprana con el bebé bajo en brazo. Aun así, existía el riesgo de que esto solo fuera un encuentro semanal sin mayores pretensiones, por eso me dije hay que trabajar en esto y ayudar un poco al azar que hizo posible el reencuentro, entonces inicié la Misión CofradíaMamá: inventé un encuentro en mi casa con la excusa de hablar de esos temas maternos que ahora nos ocupan, y aunque solo éramos dos mamás, fue todo un éxito. La garganta se nos secó de tanto hablar, nos costaba esperar que la otra terminara para empezar a contar nuestra experiencia sobre el mismo tema, los bebés lloraban, los alimentábamos, y comentábamos el tipo de llanto, había tantas preguntas: ¿Come mucho? ¿Duerme bastante?, estábamos tan ansiosas como niñas que apenas descubren un juego nuevo. Al final, llegó la noche y nos tocaba a cada una retomar la rutina diaria que casi acababa, pero era diferente. El encuentro había sido tan refrescante como una cuña de refresco y tan relajante como una sesión de aerobicos luego de un intenso día de trabajo. Entonces bañé a Santiago mientras cantaba una canción de moda, le puse su piyama y lo acosé en su cuna  mientras le contaba a Gerardo lo entretenido que había sido el día. La Misión CofradíaMamá había cumplido su cometido.

Aunque seguimos siendo dos mamás consecuentes, estoy segura que esta semana crecerá el grupo, y así poco a poco se regará la voz y seremos una potencia… Comentaremos los mejores precios de los pañales, los sitios para ir con bebés, las virtudes y errores de los pediatras, hasta que seamos fuente de consulta de medios de comunicación, las multinacionales nos consulten antes de sacar un producto al mercado, y la asociación de pediatras tema nuestras sentencias. Jajaja, bueno, lo siento, mi imaginación empezó a volar y llegó a recrear una ONG Maternal, hasta imaginé al grupo en una portada de revista de esas que los consumidores en el primer mundo se pelean para saber cuál es la mejor relación precio-valor. Bueno, uno nunca sabe… Mientras tanto me conformo con cultivar nuevas amistades.

Natación para bebés

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Me acabo de enterar de que hay clases de natación para bebés en el Hotel Hilton de Barquisimeto. Empiezan el 15 de febrero y cuento los días para inscribir a Santiago.

Creo que es una buena edad para aprender, porque tiene fresquito la natación en el líquido amniótico. Voy a probar a ver qué tal, todo se ve limpio, que es fundamental, lo que me falta por averiguar es si el agua es tibia.

Cuesta 20 mil la inscripción y 50 mil la mensualidad por dos clases a la semana con tres profesores.

Tengo que comprarme un traje de baño porque tengo que meterme con él. Así que a comprar uno entero, porque ni les cuento la pancita que me dejó el embarazo (además de la que ya tenía), pero bueno, eso es parte del espectáculo. 

Compras nerviosas

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Tentaciones de sitios de compras hay muchos, pasando por comprar por internet, ir a la Capital o terminar comprando aquí mismo, en Barquisimeto. Ninguna vía es buena o mala, todo depende. Si te gusta el rito de hacer una vuelta de reconocimiento por varias tiendas, anotar precios, modelos y luego hacer el mismo recorrido para compra, decide por tu propia ciudad ya que puedes tomarte los 9 meses para hacerlo. Otra opción es hacer un tour de fin de semana a otra ciudad. Estas opciones pueden ser más costosas, pero si sopesas el disfrute de palpar todo lo que quieres comprar, toma esta opción.

Si eres mamás cibernética y disfrutas haciendo recorridos virtuales por las tiendas gringas más reconocidas, prueba la opción internet y recurre a una compañía que hace ese tipo de envío, esta opción es la más económica en estos momentos en el que el dolar del mercado negro es un agua fiestas para las compras locales.

En mi caso, duré como 3 meses haciendo un divino paseo cibernético por Wallmart, Target, Baby «r» us, y terminé comprando el corral en el centro de Barquisimeto, la tarde antes de que me hicieran cesárea (menos mal que la tienda estaba cerquita del consultorio del obstetra), luego de sortear huecos y construcciones en plena avenida 20 abierta de par en par por el proyecto de Transbarca, para al final darme cuenta que tenía el mismo precio que una tienda del este de la ciudad. De cualquier forma fue una de mis últimas aventuras extremas, lástima que no tengo fotos.

De la mano de Loly y Marisa.

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El consumismo es el pecado capital de todo padre occidental que se respete, y más si es primerizo. Así que una de las primeras ideas que a uno le pasa por la cabeza cuando va a tener un bebé es comprar el ajuar completo. Luego de estar 16 años fuera de Barquisimeto, una misión como esta significa empezar de cero y averiguar a qué sitios va una mamá que recién se estrena en estas lides.

Lo mejor que me pudo haber pasado fue enterarme de que existía el Grupo Creces, un sitio que reúne a sicólogos y sicopedagogos, y que para las mamás disponía del producto de primera mano: El Curso Sicoprofiláctico de Loly y Marisa. Fue una decisión acertada contar con un sitio en el que dos veces a la semana nos reuníamos mamás y papás a hacer muchas preguntas y a ejercitarnos, no tenía precio (sin contar con que el precio era de más de solidario). Martes y jueves eran días de calentamiento para la futura faena que nos esperaba a todos los que allí nos encontrábamos, así que aprovechábamos para hacer muchas preguntas, compartir datos sobre los mejores sitios de compras, anotar los artículos que necesitábamos, hacer concursos de barrigas, estrías, etc etc. Nada mejor para mi, recién llegada a esta ciudad, que estar en ese centro de información de primera mano, era como estar en la redacción de un periódico cuando uno está escribiendo la nota del día y necesita nutrirla con los comentarios de los periodistas de distintas fuentes, nada más enriquecedor. Lo cierto es que, aunque está de moda la cesárea (ya sea forzada por el mismo médico o por decisión de la madre), es lindo que uno piense que va a parir por lo menos mientras asiste al curso.

El curso es tan completo que incluso Marisa y Loly asisten al proceso de parto si uno se los solicita, y si están disponibles para el momento, claro está. Ambas son encantadoras, imagínense que te dan sus números de teléfono para que uno les haga todas las preguntas que se le ocurran durante los primeros días del bebé en casa y responden con paciencia cualquier loquera que a uno se le pase por la cabeza, yo las llamé varias veces, o a veces mi esposo, cuando ya me daba pena pasar por necia. Además, uno se reencuentra con esas mismas mamás en los cursos de estimulación para bebés que dictan ellas mismas, se arma toda una historia desde la barriga a los bebés. Son dos señoras maravillosas, dedicadas y madrinas de muchos bebés barquisimetanos que deben agradecerles tanto cariño.